La integración sensorial es un proceso neurológico que integra y organiza todas las sensaciones que experimentamos de nuestro propio cuerpo, así como del exterior (gusto, vista, oído, tacto, olfato, movimiento, gravedad y posición en el espacio) y que recibimos de forma continuada. Este proceso está relacionado con la capacidad del ser humano para llevar a cabo acciones motoras de manera eficaz en diferentes entornos.
El buen funcionamiento de nuestro cerebro, al procesar esta gran cantidad de información, nos permite producir continuamente respuestas adaptadas a nuestro entorno, lo que constituye la base del aprendizaje académico y del comportamiento social.